Prevenir es mejor que lamentar
Cantabria es una comunidad en la que el 80 % de su territorio registra precipitaciones superiores a los 1000 mm/año. La estadística dice que en Santander llueve uno de cada tres días. Esas inclemencias meteorológicas, cuya concentración máxima se produce en los meses de noviembre, diciembre, marzo y abril, suponen una amenaza constante para la integridad de elementos constructivos a la intemperie. El agua en forma de lluvia, nieve o granizo es uno de los agentes más agresivos para cubiertas, tejados y terrazas.
Ante estas circunstancias, parece lógico pensar que la impermeabilización y el aislamiento de cualquier tejado es la base para garantizar la habitabilidad de una vivienda. Si está bien ejecutado, se evitan goteras y humedades. Si está bien aislado térmicamente, evitaremos la entrada de frío o calor del exterior. Una reforma profesional incrementará notablemente la durabilidad de la cubierta y mejorará el confort interior de los pisos y las casas unifamiliares.
En este caso, prevenir siempre es mejor que curar por lo que el mantenimiento de los tejados se convierte en un aspecto básico para evitar que el agua se convierta ese invitado inesperado capaz de arruinar el confort de tu vivienda. Grietas producidas por desgaste, tejas desplazadas o rotas, la falta de ventilación o las deformaciones de algún elemento de la cubierta son solo algunas de las amenazas invisibles que acechan a todos los tejados.

Cintu Construcciones es un agente experto en adecuar todo tipo de cubiertas para resistir ante las inclemencias del tiempo. 30 años de actuaciones avalan la profesionalidad y la cualificación de nuestro equipo de técnicos y operarios. La rehabilitación integral de una cubierta en un edificio situado en la Avenida de Palencia de Torrelavega ha sido una de nuestras últimas rehabilitaciones de este tipo.
En este caso, hemos instalado un paquete de cubierta formado por un aislamiento de 10 cm de poliestireno extruido, lámina impermeable transpirable, doble rastrel y teja cerámica mixta hidrófuga modelo F2. Almacenes Lavín nos suministró esta combinación de materiales pensada para mantener la estructura original, potenciar el ahorro energético y ofrecer a nuestro cliente la mejor relación calidad/precio del mercado. No en vano, la aplicación de impermeabilizantes asfálticos en algunos elementos y remates de la cubierta es una técnica sencilla que ofrece un alto rendimiento.
En ese sentido, hemos prestado especial atención a los puntos críticos de todas las cubiertas inclinadas. Y es que las piezas utilizadas acaban conformando una serie de juntas de unión por donde el agua tiene más facilidad para penetrar en la vivienda. Por este motivo, resolvimos con lámina de zinc tanto los pesebrones y las limahoyas de desagüe de la cubierta como los baberos de chimeneas. Estos elementos aseguran una correcta conducción del agua evitando filtraciones y humedades.
Además, este tejado tenía una dificultad añadida en forma de cubierta plana para el casetón del ascensor. En ese caso, optamos por una impermeabilización con doble tela asfáltica. Una solución que también aplicamos a los encuentros perimetrales de la cubierta con las fachadas.
